viernes, 18 de enero de 2008

Capitulo III

Me adelanto un dia, porque a lo mejor mañana no pueda entrar.
Banda sonora: Prisionero de Miranda.



NATALIA ESCONDE A MARIANA

Natalia lo despide con un beso lleno de ternura, es un pedante, está lleno de pendejadas, pero es de ella, aunque tenga que prestárselo en las noches y las madrugadas a Marcela la tonta. Al cerrar la puerta cumple un rito de todos los días, marca siete números y pregunta:
- ¿cómo amaneció la niña, mamá?
Detesta tener que esconderla, y sobretodo dejarla en la casa de su madre que es lo más cercano a una monja, tenerla abandonada a la voluntad de alguien tan huraño y retrogrado, pero ya han pasado muchos años y no sabe como hacer para contarle a Fernando la verdad, fue fácil al comienzo, era solo la persona que iba a contratarla, después el jefe, unos meses más tarde el amante ocasional al que no tenía que contarle sus cosas, pero ahora ya la mentira ha crecido mucho y no sabe como pararla.
Se baña para quitarse el olor a sexo que no tolera, se peina con una trenza gruesa, y larga como una boa, un poco de polvo y otro de rimel, se viste de cualquier forma y baja rápido por las escaleras, no sin antes preguntarle al portero:
- ¿se fue? Y oír un si fuerte y claro.
Camina cuatro cuadras y la encuentra esperando que pase por ella, tiene 7 años, estudia en una escuela personalizada que queda cerca, nació después de un embarazo normal, y en un parto vaginal obligado por un ginecólogo gago que ante sus ruegos por una cesárea tras casi un día de dolor respondía impasible:
- Ttto-to-todas paren, todas paren.
Y si, ella parió pero Mariana había tenido sufrimiento fetal agudo, y necesitó casi 6 meses de hospitalización, contra todos los pronósticos logró sobrevivir, pero con un retardo que la tiene congelada en una edad mental mucho menor.
La abraza con amor y con cargo de conciencia, esa niña la necesita y ella está para ella solo unos minutos en la mañana y unas horas por la noche, Mariana la mira con unos ojos grandes y llenos de pestañas, es una hermosa rubia que se parece cada día más al padre, que no sabe que ella existe.
La baja con cuidado y de la mano la lleva a clases, la niña tiene colgando en la espalda un morral con una foto de Paris, y en la mano libre una lonchera azul con flores amarillas, Natalia intenta llevarla pero unos ojos enojados la detiene y parece que dijeran: es mía.
Camina lo más lento que puede, y deja que la niña se distraiga con los perros, los pájaros, las mariposas, los carros, las personas, para demorar el trayecto, esta vez como muchas otras va llorando, renegándose por ser tan puta, no le ve problema a encamarse con el marido de otra que además la cree su amiga, pero si le parece digno de la más puerca vagabunda dejar a su hija sola para poder vivir a ratos con un hombre, la niña la mira y le sonríe entregándole una flor morada, la levanta contra su voluntad y le estampa un beso en la frente.
Pasa un vendedor de buñuelos y Mariana lo detiene a gritos:
- Ñelo, mamá, ñelo.
Comen sentadas en un andén, ya a media cuadra está la escuela, la profe las ve pero se hace la desentendida, porque la mamá de Mariana no le cae bien, la abuela le ha contado parte de la historia: es una madre que reniega de la hija y nadie en su otra vida sabe de ella.
Natalia ni sospecha que no la quieren, cuando la niña termina de devorar la bolita de maíz y queso la lleva con una sonrisa hasta la profe, que hace gala de la más refinada hipocresía:
- La nena y la mami, ¿quien será más linda?
- La mami, la mami- grita Mariana buscando la aprobación de las
mujeres, y la recibe, Natalia le regala muchos besos en la cabeza y la profesora le pone una carita feliz en la manito regordeta y rosada.
Natalia nunca quiere irse, y se queda mirando hasta que la niña se pierde tras la puerta de la mano de otra profesora, entonces llegan los lagrimones salobres y el frío se le mete por todos lados mientras camina a su casa para disfrazarse de gran ejecutiva de ventas y así poder visitar a sus clientes.

5 comentarios:

Christophe dijo...

Excelente. Logró sensibilizarme. Supongo que tiene mucho de real esta historia.

Elipse dijo...

Bea, el texto está bueno, pero no se le está haciendo muy larga la historia??Desde mi humilde opinión escribe muy bien, sólo que tal vez se está perdiendo un poco la trama de la historia, no tome mis palbras a mal, no es mi intención hacerle daño. Un fuere abrazo y espero pronto un desenlace terrible!

Disco Stu dijo...

Excelente historia, donde está la inocencia del niño rodeada de esa nube sórdida de la cual aun felizmente no se percata.

Me encanta su estilo.

sb dijo...

qué pena dejar de ser niños para acabar comprendiendo lo sórdida que puede ser la vida..

Beatrix dijo...

K: gracias, digamos que son retazos de cosas que uno ha oido o visto..
Elipse: la cosa es que ya está escrito hace rato, y estaba concebido en 6 capitulos y 5 personajes, aun faltan 3, si me das tu mail te los mando todos juntos y asi no se te hace tan largo.. y quien sabe a lo mejor no te guste el final.. por otro lado, para nada tomo a mal lo que me dicen, al contrario, agradezco cada comentario y reviso el texto con base en ellos.. otro abrazo para ti
Stu: si, los niños tienen ese don maravilloso de ser felices, hasta por las cosas que aburren al resto del mundo, como cuando uno era chiquito y se iba la energia, que alegria y algarabia armaba uno por eso, claro esta la que se armaba cuando volvia era más grande.. gracias
Beauséant: si, lo dice Joan Manuel: desperté de ser niño, nunca despiertes.. por otro lado gracias por permitirme usar ese post, ya se lo mande a mis compañeros de trabajo que andan todos mas afanados que yo..