sábado, 12 de abril de 2008

ABOMINACION

A Delia Marta,
que en una conversión superflua me inspiró este cuento.


Se llamaban Abel y Caín, Abel no era tan bueno como cabía esperar, pero el hermano era aun peor que el asesino hijo de Eva, claro que nunca mató a Abel, más bien fue al revés.
Primero me metí con Caín, lo veía de lejos con el pelo más negro que el diablo y su risa torcida, lo quería para mi, pasaba saliva salada al verlo, como cualquier depravado atisbando en el baño de las niñas.
Armé casualidades que de tan casuales parecían reales y con la paciencia de los malvados lo fui enredando, primero con la sonrisa imperfecta, después con la timidez de mentiras y al final con besos suaves y alborotados.
Caín el malo, el más malo de todos los hombres malos comía alpiste como un bobo de mi mano zurda y con la derecha que es en verdad mi mano torpe, mi real siniestra le acariciaba ese pelo ensortijado, ese pelo que casi nunca olía bien.
Ese era mi perro
mi lacayo
mi Caín amaestrado.
Pasamos más tiempo del que yo hubiera soñado cuando lo miraba coquetear con todas, sonreírle a todas, perseguir a todas menos a mi, que era para el más invisible que él aire.
Pasamos más tiempo del que él hubiera creído cuando cayó, enredado con mi telaraña, de bruces contra el suelo. De tan enredado que estaba, y por la comodidad y el placer, por el vértigo y la locura que era estar acorralándolo todo el tiempo, hubiera yo podido quedarme con mi perro de presa convertido en perro de compañía para siempre.
Hubiera podido, pero el diablo nunca se descuida y un día, cuando no sabia quien estaba más maniatado si mi Caín de ojos duros y manos firmes, si mi Caín endemoniado o yo con mi carita de yonofuí y mi corazón de piedra, llegó él, Abel, que de verdad no llegaba de ningún lado, siempre estuvo por ahí como un satélite alrededor del hermano malo, pero yo cegada como estaba lo había visto sin verlo.
Era todo lo contrario a Caín, era ese que yo podía llevarle a mi mamá, ese con el que mis amigas se querían casar, ese que yo pecadora empedernida me quería almorzar sólo por ser el hermano de mi juguete roto.
Entonces Caín ya no brillaba igual, ni me amaba igual, y tenía al nariz larga y definitivamente pasaba mucho tiempo sin lavarse el pelo, defectos que antes no veía se hicieron evidentes ahora que mis ojos de arpía estaban puestos en el Abel dorado, siempre aseado, siempre impecable, siempre apetecible, no tuve que hacer mayor esfuerzo para hacerlo caer porque los buenos son presa fácil
como el conejo
como el ciervo
como Abel, el carnero
Me volví loca, quería parirle hijos a los dos al mismo tiempo, pero no pude porque tengo solo una matriz, quería comer alpiste en el vientre de Caín mientras Abel me acariciaba la cabeza.
La verdad, no quise a ninguno pero eran mis dos perros y no los iba a dejar ir, claro que el perroabel más demoró en llegar que en querer largarse:
"porque esto está mal
es mi hermano,y cuando se entere
se le va a romper el corazón"
Se quejó bastante, pero no se fue.
Caín se enteró, porque una noche de su mala suerte miró a una mona más que a mi, tuve que cerrar el collar de ahogo para recordar quien era el amo y quien el perro:
- Cuando salgo con Abel no me hace eso.
Y fue cierto que algo se le partió a Caín
el imperfecto
el mentiroso
el incurable
el cuasimodo
Pero no fue el corazón sino el orgullo, eso que los hombres usan todo el tiempo y no sirve para nada, y a mi me pasó como al perro de las dos tortas, porque no habían dos perros como yo creía sino uno solo: yo.
la boba
la que jugó con candela y se quemó toda
la que los vio alejarse sin remedio
Primero se fue Caín ciego de ira a reclamarle a su hermano por tocar lo que no debía, a recordarle que el no era más que una sombra suya, un boceto sin terminar, un insecto que dependía de él para existir, después fue Abel llorando como un idiota, -el idiota que siempre fue, perfumado y maniático de las uñas y el pelo limpios, defectos que siempre tuvo, pero yo hipnotizada como estaba no vi-, a la cárcel por matar a golpes al hermano que aun muriendo no dejaba de insultarlo.

Otros:
Un cuento: http://sabanaaloccidente.blogspot.com/2007/05/un-cuento.html
Otro cuento: http://retazosporleer.blogspot.com/2007/10/otro-cuento.html