jueves, 15 de noviembre de 2007

Joseph Merrick: el hombre elefante.


"Una cosa que siempre me entristeció de Merrick
era el hecho de que no podía sonreír.
Fuera cual fuese su alegría, su rostro permanecía impasible.
Podía llorar, pero no podía sonreír."
Sir Frederick Treves


Creo que recordaré siempre lo atroz de la adolescencia, esa epoca en que la cara la tenía llena de
aceite y espinillas, el cuello largo y las piernas torpes, ninguna ropa me quedaba bien, en mi curso yo era la unica con 14 años, todos eran mayores que yo, y parecía que hacía mucho habían cruzado esa etapa sin tanto dolor, era casi la fea del grupo, fue muy duro para mi, bastante.
Pero resulta que eso no duró mucho, y ya después era igual que los demás y no me sentía extraña y rara, claro que no intento mucho recordar esos tiempos porque las heridas cicatrizadas duelen todavía.
Ahora bien, ¿para qué traigo esto a colacion?, para hacer una comparacion absurda, pero válida, entre ese corto tiempo en que fui un bicho raro y los 27 años en que Joseph Merrick, un joven londinense del siglo XIX tuvo que vivir siendo el hombre más monstruoso de la historia hasta entonces (para ser sinceros, hasta hoy, pero ni él ni los que vivian entonces lo sabían). Sufría de una terrible enfermedad: el sindrome de proteo, la cual, gracias a Dios y a la genetica, es muy rara, y en el se presentó de forma terrible, era pobre y contaba con una madre amorosa que le prodigó todos los cuidados que cualquier niño necesita y el más, especialmente en aquella Londres excluyente, hasta los once años, cuando ocurrió lo que el mismo denominó "el gran infortunio de mi vida" su mamá murió dejandolo con un padre que se casó con una mujer malvada que lo humiló hasta el cansancio, el pobre niño deformado ya, escapó muchas veces, y todas menos la última su padre fue por el, le consiguió un permiso de vendedor ambulante pero nadie quería abrir sus puertas a ese monstruo y además los niños lo perseguian arrojandole piedras e insultos.
Su vida fue exageradametne dura, hasta que se empleó como fenomeno de circo, que fue la primera vez, a pesar de lo que pudiera pensarse que fue tratado de forma digna, fue precisamente en una de las presentaciones en que conoció a alguien que se interesó en el de forma cientifica y amistosa el Dr Sir Frederick Treves, quien era medico y se propuso estudiar la causa para así sanar la enfermedad, no lo consiguió, pero gracias a él Joseph pudo tener nuevamente algo aprecido a un hogar: un hopital donde vivio hasta el ultimo día de su vida.
Estas cosas las leía aquí: http://axxon.com.ar/rev/145/c-145Divulgacion.htm, donde además hay fotos y explicaciones muy cientificas tanto de la enfermedad que él tuvo como de las que confudieron con su mal, mencionan ahí que Merrick era un hombre extremadamente culto, algo raro en su condicion social y su epoca, que además escribió una autobiografía, la idea inicial de este blog era recomendar cosas que yo me hubiera leido, pero hoy lo que quiero es contarles que me muero por leer ese libro y adentrarme a la tragedia de un hombre bueno atrapado en el cuerpo de un engendro.
Fotos de Joseph tomadas del mismo lugar: http://axxon.com.ar/rev/145/c-145Divulgacion.htm








7 comentarios:

Gasper dijo...

Y también está la peli "El hombre elfante" de don David Lynch.

Sip, sabía de Joseph Merrick y ahora me lo pusiste delante para volver a esos pensamientos llenos de intriga sobre un ser que tuvo que soportar tanto.

Saluditos

Beatrix dijo...

Si, la pelicula nunca me la vi pero si oi de ella, que vida tan trágica le tocó a ese hombre..

Jake dijo...

che...
es de verdad?
hace poco en la presnsa estaban con el tema del "hombre árbol"...
conozco esta obra, lo vi en teatro...pero es real la foto esta?


besos Bea.

J

Beatrix dijo...

Jake: si es cierto, en el enlace que puse hacen un relato bastante completo de su vida..
Un abrazo

LuLLy, reflexiones al desnudo dijo...

Desde mi blog: Reflexiones al desnudo
Deja mensaje la historia de ese hombre, la realidad es que la imagen vende mucho y en empresas como la que laboro yo, pesonas con mal físico no tienen espacio, eso es lamentable. Una cosa es ser feo y otra desagradable. Ya me estoy "desnudando" en tu blog.


Besitos amistosos para tí desde Medellín, Colombia!

sb dijo...

a veces no nos damos cuenta de lo bueno que es ser normales, uno más del montón sin nombre ni apellidos...

Beatrix dijo...

Beauséant: si, tienes toda la razon, ser del monton es a veces todo lo que puede ansiar una persona..