sábado, 23 de junio de 2007

Cesar Vallejo


Unos cuantos escritos de este poeta peruano.



Piedra negra sobre una piedra blanca


Me moriré en París con aguacero,

un día del cual tengo ya el recuerdo.

Me moriré en París

y no me corro tal vez un jueves,

como es hoy, de otoño.
Jueves será, porque hoy, jueves, que proso

estos versos, los húmeros me he puesto

a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,

con todo mi camino, a verme solo.
César Vallejo ha muerto, le pegaban

todos sin que él les haga nada;

le daban duro con un palo y duro
también con una soga; son testigos

los días jueves y los huesos húmeros,

la soledad, la lluvia, los caminos...





XIII
Pienso en tu sexo.

Simplificado el corazón, pienso en tu sexo,

ante el hijar maduro del día.

Palpo el botón de dicha, está en sazón.

Y muere un sentimiento antiguo

degenerado en seso.
Pienso en tu sexo, surco más prolífico

y armonioso que el vientre de la Sombra,

aunque la Muerte concibe y pare

de Dios mismo.

Oh Conciencia,

pienso, sí, en el bruto libre

que goza donde quiere, donde puede.
Oh, escándalo de miel de los crepúsculos.

Oh estruendo mudo.
¡Odumodneurtse!





Todos mis huesos son ajenos;

yo tal vez los robé!

Yo vine a darme lo que acaso estuvo

asignado para otro;

y pienso que, si no hubiera nacido,

otro pobre tomara este café!

Yo soy un mal ladrón... A dónde iré!

Y en esta hora fría, en que la tierra

trasciende a polvo humano y es tan triste,

quisiera yo tocar todas las puertas,

y suplicar a no sé quién, perdón,

y hacerle pedacitos de pan fresco

aquí, en el horno de mi corazón ...!

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola

mi correo es gabrielteoria@gmail.com, estoy en Costa Rica, quiero saber más de Vallejo